La semana del 15 de agosto son las fiestas de mi pueblo y el día 13 se celebró el pasacalle típico del farolillo hecho con una sandía tipo las calabazas de halloween, en el cual salen los niños cuando ya es de noche al paso de la música de la dulzaina y el tabal. La verdad es que no sé de donde viene esa tradición, pero ya mis padres salían de pequeños con un farolillo de sandía en estas fiestas.
Este año es el primero que soy mamá, así que me tocó salir con mi hijo al pasacalle y esa misma tarde estuve trabajando con la sandía para trasformarla en un bonito farolillo, lo que nosotros llamamos "la llanterneta de meló".
Os dejo unas imágenes con comentarios de su elaboración:
1. Vaciado de la sandía
2. Con la punta de un cuchillo se dibujan los motivos y se rasca la parte verde de la piel. Lo típico es una escalera, un sol, la luna y el nombre del niño. Son fáciles de dibujar. Como Rubén aun es muy pequeño, lo tengo que dibujar yo, así que aprovecho para hacer otros dibujos más elaborados, pero sin dejarme estos típicos que he nombrado.
3. Una vez dibujado viene lo más costoso. Hay que rascar bien la piel para que la luz de la vela que se pone en el interior se vea desde fuera. El dibujo debe ser translúcido. Se rasca con la punta del cuchillo. Si no deja pasar bien la luz, pasamos una cuchara por el interior y rascamos hasta que se vea bien. Para hacer la prueba hay que poner una vela y entrar en una habitación oscura. Si no se ve muy bien el dibujo hay que seguir rascando.
Como veis también se hacen algunos agujeros que dejen pasar algo más de luz para animar el farolillo.
4. Para finalizar se hacen tres agujeros cerca de la abertura del farolillo y otros tres en la tapa. Deben coincidir para pasar un cordel y poder llevarlo colgando al pasacalle. En su interior se pone una vela sobre una base plana para que no caiga. Últimamente la gente pone una pequeña linterna en lugar de la vela. A mi me gusta más la vela, me parece que queda más bonito.
